Práctica de ejercicio físico

Estudios demuestran la importancia del ejercicio físico como factor que ayuda en la terapia y la medicación para mejorar los síntomas de la depresión. Una de los mayores análisis de artículos científicos sobre el asunto, que tuvo en cuenta 25 investigaciones, identificó que el ejercicio producía efectos clínicos definidos contra la depresión.

El ejercicio físico libera en el cerebro sustancias que proporcionan una sensación de paz y tranquilidad. Son las endorfinas, neurotransmisores ligados a la generación de bienestar y de placer. Por ser un potente liberador de endorfina, el ejercicio físico crea una buena dependencia cuando se lo practica regularmente y hace falta como lo haría cualquier otra sustancia asociada al placer.

Cualquier actividad física en la que haya gasto de energía y aumento del metabolismo, sea la tal ocupacional (subir escaleras, cargar un paquete, hacer compras, lavar el auto, barrer la casa), sea formal (pedalear, nadar, danzar, caminar, correr), se la tiene en cuenta para el gasto calórico diario de la persona.

Orientación

Los adventistas sugieren que las actividades físicas se hagan diariamente, por lo menos 30 minutos cada día. Hay también estudios recientes que dicen que tres sesiones de 10 minutos proporcionan los mismos beneficios que una sesión de media hora.

Sugerencias prácticas

Haga un plan de actividad física, pero siempre consulte a un médico antes de comenzar. Tenga en cuenta aspectos como la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de actividad física.

Aprenda más sobre los ejercicios físicos e investigue los asuntos relacionados a su interés en particular.

Evalúe su desempeño.

Comience de una vez, muévase y mantenga ese programa.